No os voy a contar nada nuevo, ya me gustaría, si os digo que es más que evidente que las mujeres están discriminadas en el mundo laboral. Las estadísticas así lo indican, y la experiencia de cada una lo corrobora. Para los más escépticos solo hay que mirar a nuestro alrededor.
Estadísticamente la tasa de ocupación de las mujeres es inferior a la de los hombres (52,6% frente al 41,7%); su nivel de desempleo es mayor (22,2% frente al 19,5%) y la precariedad laboral, aunque en época de crisis nos afecte a tod@s, es más notoria en el caso de las mujeres. El empleo a tiempo parcial representa el 21,5% en el caso de las mujeres sin hijos, frente al 9,5% de los hombres. Las mujeres ocupan, con mayor frecuencia, muchos de los peores empleos, tanto en términos salariales como de cualificación profesional. Las reformas laborales que aprueba cada gobierno entrante (aunque llevamos unos cuantos años con el mismo, y lo que nos queda) tampoco ayudan. Sigue leyendo