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Hoy 21 de septiembre es el Día Mundial del Alzheimer. Esta fecha fue elegida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Alzheimer con el fin de hacer visible esta enfermedad descubierta por el neurólogo alemán Alois Alzheimer en 1906.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) pone en relieve que entre el 30% y el 40% de las personas que tienen alzhéimer podría estar sin diagnosticar. En España padecen alzhéimer unas 600.000 personas, y se prevé que en el año 2050 podrían existir más de 1,5 millones de personas afectadas en nuestro país, por lo que se convertiría en la enfermedad más importante del siglo XXI, por delante del sida o el cáncer. Asimismo, el alzhéimer afecta hoy en día a 44 millones de personas en todo el mundo. Todo ello responde al envejecimiento de la población propia de las sociedades desarrolladas.
Otros datos que aporta la Sociedad Española de Neurología (SEN) apuntan a que el 13,4% de las personas mayores de 65 años tiene alzhéimer y existe un 10% menor de 60 años.El 50% de los pacientes son mayores de 85 años. Se trata, además, de una dolencia que afecta en un 1% más a mujeres que a hombres de la misma edad. Se estima que si bien los pacientes en estadios graves están diagnosticados en un 64%, sólo se descubren un 20% de los enfermos en estadios leves y desde que se diagnostica hasta el fallecimiento pueden pasar entre 10 y 15 años.
El alzhéimer es un proceso neurodegenerativo. Se produce cuando aparecen en el cerebro las denominadas “placas amiloides”, unos depósitos de proteínas con aspecto de almidón, que destruyen las conexiones neuronales.
Aún se desconocen sus causas y se caracteriza por el deterioro de las facultades físicas y mentales de quien la padece.
Su evolución se produce en varias fases. Los primeros síntomas son fallos esporádicos de la memoria y desorientación espacial y temporal. Después, la persona pierde fluidez en el lenguaje y comienza a tener dificultades para realizar sus actividades diarias (vestirse, asearse, comer). En la fase avanzada la incapacidad es casi total y no se puede valer por sí mismo (deja de hablar, no reconoce a sus familiares o amigos, padece incontinencia urinaria y fecal…). Además, aumenta la rigidez muscular hasta que queda postrado en una silla de ruedas o en una cama. A esto hay que añadir otras complicaciones como ansiedad, angustia, agresividad o depresión.
Actualmente no existe un tratamiento curativo para esta dolencia, disponer de pruebas que ayuden a establecer un diagnóstico precoz aporta una serie de ventajas al paciente, como la posible administración de fármacos que ralentizan la progresión de la enfermedad. En la actualidad hay cuatro fármacos que pueden mejorar los síntomas cognitivos conductuales y funcionales de la enfermedad como las ideas delirantes, la irritabilidad o la agresividad. Pueden estabilizar entre uno y dos años la evolución de los síntomas y pueden incluso retrasar la necesidad de ingreso en residencia (entre el 20 y 37% de las personas con demencia que están ingresadas en residencias geriátricas).
Apuntar también que los profesionales sanitarios denuncian que el 75% de los médicos de atención primaria tienen menos de diez minutos para valorar a un paciente, tiempo insuficiente para poder determinar si hay algún síntoma de padecer la enfermedad de Alzheimer.
No queremos olvidarnos de mencionar la inmensa labor de las personas que cuidan de sus enfermos de alzhéimer. El perfil del cuidador suele ser de una mujer de entre 45 y 65 años, casada, con estudios medios y que dedica más de 700 horas al mes al cuidado del enfermo.
Diversos estudios indican que los hábitos de vida saludables pueden reducir hasta el 40% de los casos de alzhéimer. Los expertos recomiendan potenciar actividades como leer, escribir, estudiar, practicar juegos intelectuales, además de relacionarse con gente, realizar actividades en grupo, llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico y abandonar el hábito del tabaco. Y es que el tabaco, la diabetes, la hipertensión o la obesidad favorecen la enfermedad de Alzheimer, por ello es fundamental controlar los factores de riesgo vascular: azúcar, colesterol…
Hoy la Federación Galega de Alzhéimer se sumó al Mural de los Recuerdos, actividad organizada por la asociación santiaguesa AGADEA que consistió en la colocación de una mesa informativa a la que cualquier persona se podía acercar para escribir un recuerdo que no querría olvidar y para colocarlo en un mural situado en la propia plaza.
Nosotros desde QuéChic nos sumamos a la iniciativa.
¿Cuál es el recuerdo que no querrías borrar nunca de tu memoria?
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