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Siempre he presumido de tener un sentido especial de la amistad, pero la historia que os voy a contar supera con creces todo aquello que creía que podría alguien hacer por un amig@.
Elizabeth Diamond, madre soltera de cuatro niñas afincada en Buffalo, Nueva York, fue diagnosticada de cáncer cerebral en etapa cuatro en el mes de agosto del pasado año 2014. Lo tenía tan extendido que los médicos le habían dicho que le quedaba muy poco tiempo de vida, pero su mayor preocupación no era la enfermedad, si no qué pasaría con sus hijas cuando ella no estuviera.
Laura Ruffino era su mejor amiga desde quinto curso. Pasaron mucho tiempo juntas, desde pequeñas, compartiendo juegos, risas y confidencias.
Laura estaba casada con Rico y eran padres de dos hijas, aunque su familia aumentaría inesperadamente.
Elizabeth quería dejar todo bien atado antes de partir, así que le pidió a Laura que se hiciera cargo de sus hijas cuando ella se muriera. Tras meses luchando contra su terrible enfermedad, finalmente su cuerpo se rindió y falleció el pasado mes de abril. Sus pequeñas Tara, Samona, Ella y Lillyan de entre 5 y 12 años, se quedaron huérfanas. Pero su amiga Laura, a pesar de acabar destrozada por su muerte, decidió cumplir la última voluntad de la fallecida y adoptar a las pequeñas.
Laura dice que la familia se está adaptando lo mejor que puede: “Hace diez años, no pensé que esta sería mi vida… Pero si estas cosas llegan a ti, simplemente hay que aceptar el reto y hacer lo mejor que puedas. Cuando me siento y pienso en ello, es difícil, porque todavía es muy impactante. Es algo muy grande, pero, para nosotros, simplemente es nuestra vida”, declara en el «Daily Mail».
Lo cierto es que es una responsabilidad muy grande, y Laura temía sobre todo por no poder darles todo lo necesario a nivel económico, ya que a nivel emocional estaba segura de que no les fallaría. Sin embargo, la comunidad de Buffalo se ha volcado para ayudar a la nueva familia numerosa y ya han recaudado 24.000 dólares (casi 22.000 €). Los vecinos y amigos de los Ruffino no solo se sensibilizaron con la situación sino que también devuelven así todo el bien realizado por la fallecida.
Elizabeth Diamond era una de las fundadoras de un Centro de Bienestar Holístico y dedicó su vida a ayudar a los demás, así que está recibiendo después de su muerte la gratitud de aquellos con los que se implicó. Una de sus socias, Rebecca Joy Lesniak, le prometió continuar con su labor y ayudar en todo lo posible. Así que, organizó una colecta online para recaudar fondos para la familia Ruffino. La página web sigue abierta para recibir donaciones y, como era de esperar, su historia causó furor en las redes sociales.
Esta nueva familia de ocho miembros continúa viviendo en una pequeña casa, siguen recibiendo multitud de comida, electrodomésticos, juguetes…
Un ejemplo de que la generosidad no tiene límites y que la amistad es un sentimiento que perdura más allá de la vida.
¿Qué harías tú por un amigo, querid@?
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