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Lo de las tendencias de moda es algo digno de estudio, pero psicológico. En verdad el ser humano tiene una especial inclinación por el absurdo. Os explico por qué.
Hace unos años, y aunque todavía está vigente, surgió la moda entre los hombres de dejarse barba, aquello que llamábamos hípster (podéis leer al respeto el artículo de Qué Chic «Y yo con estos pelos» ).
Pero como no era suficiente con que tuvieran más pelo en la barbilla que en la cabeza, ahora también se la pintan de colores. Esto me hace pensar que en verdad hombres y mujeres no somos tan diferentes, ¿o sí? Algunas de nosotras estaríamos encantadas de no tener que depilarnos, teñirnos el pelo, maquillarnos…Y ahora llegan ellos y están entusiasmados con sus “nuevos trucos de belleza”. Muchas estaréis pensando que vuestra pareja tarda más en arreglarse que vosotras y eso, no os engañéis, crea más inseguridad que pasarse una hora delante del espejo corrigiendo imperfecciones.
A lo que iba: nuevas tendencias para ellos entre las que están los hombres con pelo y barba de colores. El pelo teñido de verde, morado, amarillo, azul o rosa, que son los tonos más utilizados y en los que lo más importante es que el color elegido sea brillante e intenso. Hablamos no solo del pelo de la barba, también el de la cabeza(los que todavía lo conservan), solo hay que ver el escándalo que se montó con el rubio de Messi.
Esta nueva moda es conocida con el nombre de #merman, una tendencia que, como no podía ser de otro modo, está también presente en Facebook, en Twitter y en Instagram, llenando las redes sociales de los colores del arcoíris. Merman es la construcción masculina de mermaid (sirena en inglés) y que sería, por tanto, el equivalente a sireno.
Como siempre, en el caso de estas absurdas modas, más absurdo todavía es el nombre que les adjudican. Ya pasamos por los hípster; por los lumbersexuales (que tenían un aspecto desaliñado, vestían camisas de leñador, vaqueros desgastados, barba muy poblada y gafas de pasta); por los “sapiosexuales” hace un par de años (que se sentían más atraídos por la inteligencia que por el aspecto físico), los “fofisanos” (que entusiasmaron a muchos hombres pensando que eran como Leo DiCaprio)…
En fin, lo dicho, la moda y sus rarezas. Al menos nos queda el consuelo de no aburrirnos como antaño con esas escasas y tediosas revistas de moda masculina, ahora podemos ver el mundo en colores.
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