El “Día das Letras Galegas” es una celebración instituida el 20 de marzo 1963 por la Real Academia Galega para homenajear a autores que destacasen por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de dicha lengua. Cada año se dedica a una personalidad diferente, siempre que hayan transcurrido al menos diez años desde su fallecimiento. Todo comenzó cuando tres miembros de la Real Academia Galega, Manuel Gómez Román, Xesús Ferro Couselo e Francisco Fernández del Riego, presentaron en esta institución una propuesta histórica: declarar ese día como “Día das Letras Galegas”, debido a que ese mismo año se celebraba el centenario de la publicación en Vigo del primer ejemplar de “Cantares gallegos” de Rosalía de Castro, que marcaría el inicio del “Rexurdimento” cultural del gallego. Se trata del primer libro gallego que tuvo una significación universal.
Muchos han sido desde entonces los personajes homenajeados: Roberto Vidal Bolaño, Valentín Paz Andrade, Manuel Murguía, Blanco Amor, Álvaro Cunqueiro, Otero Pedrayo, Celso Emilio Ferreiro, Vicente Risco, Curros Enríquez, Eduardo Pondal… Y entre ellos hay dos mujeres a las que se les ha dedicado un 17 de mayo gallego, por el momento, además de Rosalía de Castro, son María Mariño y Francisca Herrero Garrido.
La fiesta de las Letras Galegas ha conseguido tener un lugar propio, un significado y alcance cultural a todos los niveles y no solo en un ámbito minoritario, como sucedía en sus primeros años.
Así que este 17 de mayo volverá a ser fiesta en Galicia. Otro año más celebraremos el “Día das Letras Galegas”, con un homenajeado que, en esta ocasión, viene acompañado de cierta polémica.
La Real Academia Galega eligió a Xosé Filgueira Valverde (1906-1996) para conmemorar el “Día das Letras Galegas” de 2015. La participación activa del profesor en la dictadura de Franco, al formar parte de sus instituciones siendo alcalde franquista de Pontevedra, su ciudad natal, fue diana de las críticas y protestas de destacados colectivos o figuras vivas de la cultura autóctona, tal es el caso de un buen número de académicos; profesores que se han declarado insumisos y rechazaron difundir en las aulas su vida y obra; A Mesa pola Normalización Lingüística; la Asociación de escritores en gallego; el alcalde de Pontevedra, el nacionalista Miguel Anxo Fernández Lores… todos criticaron duramente su elección. Fernando Filgueira defendía la figura de su padre con estas palabras en un programa de radio: “Fue alcalde de su ciudad natal en tiempos de Franco, no franquista, ese es el matiz fundamental”. Sin embrago, para muchos Filgueira fue un colaboracionista del franquismo cuando la mayor parte de sus contemporáneos eran asesinados, depurados o exiliados por defender el idioma y la cultura de su tierra.
Dejando a un lado la polémica y a pesar de que fue muy activo políticamente, hay que reconocer que Filgueira tiene un currículo y una obra muy prolífica.
Historiador, escritor, profesor, etnógrafo… Licenciado en Derecho, doctor en Filosofía y letras, miembro de la Real Academia de la Historia, de la Real Academia Gallega, de la Real Academia de la Lengua y del Instituto de Estudios Gallegos. Escribió más de 300 libros y miles de artículos y pronunció numerosos discursos y conferencias. Fue cofundador del Seminario de Estudos Galegos y del Consello da Cultura Galega que presidiría hasta su muerte. Posee una extensa bibliografía en defensa del idioma y algunos de sus más aclamados logros son el Museo de Pontevedra y la conservación del casco histórico de la ciudad.
Todo ese rechazo por el homenajeado ha dado lugar a que se organicen múltiples celebraciones alternativas de las Letras Galegas, al margen de la Real Academia Galega y de la Xunta. Por ello estamos ante una de las ediciones más participativa y dinámica desde hace al menos medio siglo, que se convertirá en una fiesta de la cultura, lengua y literatura de Galicia de lo más actual.