El Día das Letras Galegas es una celebración instituida el 20 de marzo 1963 por la Real Academia Galega para homenajear a autores que destacasen por su creación literaria en idioma gallego o por su defensa de dicha lengua. Cada año se dedica a una personalidad diferente, siempre que hayan transcurrido al menos diez años desde su fallecimiento. Todo comenzó cuando tres miembros de la Real Academia Galega, Manuel Gómez Román, Xesús Ferro Couselo e Francisco Fernández del Riego, presentaron en esta institución una propuesta histórica: declarar ese día como «Día das Letras Galegas», debido a que ese mismo año se celebraba el centenario de la publicación en Vigo del primer ejemplar de “Cantares gallegos” de Rosalía de Castro, que marcaría el inicio del «Rexurdimento» cultural del gallego. Se trata del primer libro gallego que tuvo una significación universal.
Muchos han sido desde entonces los personajes homenajeados: Roberto Vidal Bolaño, Valentín Paz Andrade, Manuel Murguía, Blanco Amor, Álvaro Cunqueiro, Otero Pedrayo, Celso Emilio Ferreiro, Vicente Risco, Curros Enríquez, Eduardo Pondal… Y entre ellos hay dos mujeres a las que se les ha dedicado un 17 de mayo gallego, por el momento, además de Rosalía de Castro, son María Mariño y Francisca Herrero Garrido.
La fiesta de las Letras Galegas ha conseguido tener un lugar propio, un significado y alcance cultural a todos los niveles y no solo en un ámbito minoritario, como sucedía en sus primeros años.
Este 17 de mayo volverá a ser festivo en Galicia para celebrar, un año más, el Día das Letras Galegas, dedicado en esta ocasión a Carlos Casares (Ourense, 1941-Nigrán, 2002), una de las figuras más singulares y renovadoras de la literatura gallega de las últimas décadas del siglo XX.
El polifacético escritor y editor, que murió a la edad de 60 años a causa de un infarto, no solo destaca por su trabajo como narrador, ensayista, articulista, dinamizador cultural… a su implicación en la vida cultural, hay que sumarle su compromiso y participación en la vida social e institucional. Fue académico, diputado y catedrático (en 1978 ingresa como miembro de número más joven de la Real Academia Galega; diputado en el primer Parlamento Galego con el PSdeG-PSOE; director de la Editorial Galaxia y la revista Grial; presidente del Consello da Cultura Galega, catedrático de Literatura en un instituto en Cangas, presidente del Pen Club de Galicia, colaborador en La Voz de Galicia con la sección “A ledicia de ler” y con la columna diaria “Á marxe”).
Su compromiso social lo lleva a ser uno de los impulsores del Manifiesto Realidade Galega con el objetivo de conseguir un Estatuto de Galicia, además redactó, junto a Ramón Piñeiro, la Lei de Normalización Lingüística.
Su obra literaria es extensa, desde “Vento ferido”, que fue su primera publicación hasta “O sol de verán” que salió a la luz después de su muerte, pasando por “A galiña azul”, “As laranxas máis laranxas de tódalas laranxas”, “Xoguetes para un tempo prohibido”, “Ilustrísima”, “Os mortos daquel verán”, “Deus sentado nun sillón azul”…
Su calidad, su vocación, su entrega, su capacidad de trabajo, su compromiso con la lengua gallega hacen que Carlos Casares siga presente en la nuestra cultura y por ello será reconocido en este Día das Letras Galegas.
Carmen Blue