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¿Qué diferencia hay entre un negrito y tú? ¿El color de la piel, de los ojos? ¿Su religión? ¿Su nivel económico? Nadie es mas que nadie… ¿O si?
Todos nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos irremediablemente como todo hijo de vecino, pero en ese transcurso, tenemos la ventaja de decidir cosas importantes; la profesión, los amigos, la persona con la que queremos compartir nuestra vida, si tenemos descendencia o no etcétera, sin embargo, hay un hecho enormemente transcendental en nuestras vidas del cual no tenemos ningún control y que marca nuestro futuro: Donde nacemos.
No es lo mismo nacer en Africa que en Europa, nacer en Afganistán o Angola que en Francia o España. Nosotros, que tenemos el privilegio de vivir en un país de los llamados «desarrollados», miramos en demasiadas ocasiones por encima del hombro a aquellos nacidos en países pobres, como si los «negritos» o los «moritos» fueran menos personas.
Todos los días vemos noticias sobre violaciones de derechos humanos, de la infancia, de la mujer, guerras absurdas, ataques terroristas, cuerpos destrozados, pero claro son otros, son países subdesarrollados, que se apañen ellos, no es culpa nuestra… ¿O si?
Un día un listo de un país desarrollado piensa que sería fácil convencer a un semilisto de un país subdesarrollado, instruirlo y ponerlo a dirigir a sus paisanos, dándole poder suficiente para hacerlo sentir muy «in», intocable, invencible… Todo, claro, en interés propio. Cuando el semilisto se vuelve descontrolado es desechado, ninguneado, olvidado. Ahora tenemos un listo culpable y un semilisto cabreado, ¿o quizás era un semilisto sin escrúpulos y un listo sin recursos convertido en alguien poderoso y lleno de odio?
El caso es que el listo lleno de odio decide que la culpa de todos los males de Oriente la tiene Occidente y que al igual que hicieron con el, va a convencer a todo aquel semilisto al que pueda en interés propio, para ello utiliza el poder de la fe, que es lo único que le queda a la gente que ve pisoteados diariamente sus derechos, se aprovecha de la desigualdad, la falta de recursos, la desesperación, para «invitar» a cometer acciones terroristas en nombre de Alá: «La guerra santa», su venganza.
16 de Diciembre de 2014 (Hispantv.com)… «Paquistán vive días de luto tras la aterradora masacre Talibán contra una escuela en la ciudad noroccidental de Peshawar. Entraron en la escuela y comenzaron a disparar al azar. Durante cinco horas, el Ejército paquistaní enfrentó a los atacantes, y la ofensiva terrorista acabó con la vida de un total de 141 personas, entre ellas 132 niños, además dejó a 124 heridos, casi todos niños«.
11 Marzo 2004, España (Elcomercio.com)… «191 personas murieron y 2.000 resultaron heridas por la explosión de una decena de bombas en cuatro trenes de Madrid y sus suburbios. El atentado, reivindicado en nombre de Al Qaeda por una célula islamista radical, es considerado el más mortífero de Europa».
7 de Enero de 2015… «El atentado contra Charlie Hebdo fue un tiroteo llevado a cabo en París por dos hombres enmascarados, entraron en las oficinas de dicho semanario satírico francés, el cual había atraído la atención mundial por sus representaciones regulares del profeta islámico Mahoma, causando la muerte de doce personas, mientras que otras once resultaron heridas. 50 jefes de Estado y de gobierno de cinco continentes encabezaron la manifestación en París en contra de este acto terrorista.
La diferencia por la cantidad de muertos y heridos entre los dos primeros casos y el tercero es realmente significativa, así como el hecho de que en el atentado de Paquistán 132 niños perdieran la vida. Sin embargo casi no se habló en los medios del atentado de Paquistán, y que yo recuerde no hubo jefes de estado en las manifestaciones posteriores al atentado del 11M, ni por supuesto el apoyo y la repercusión mediática que está teniendo el atentado de Francia. ¿Es más importante un muerto en Francia que en España o en Paquistán?
Personalmente me revuelve el estómago la sinrazón, la barbarie, sea en nombre de Alá o de Pepe de quitar la vida a otra persona y lo condeno rotundamente. Pero también pienso que lo ocurrido en Francia no fue sólo un atentado contra la libertad de expresión, es algo mucho más complejo y que quizás tenga que ver con el lugar donde nacemos, los privilegios, los intereses, la desesperación, la indiferencia de las diferencias, e incluso el caché de los muertos… ¿O no?
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