Los trastorno o disfunciones sexuales se caracterizan de forma general por una alteración en el desempeño o funcionamiento sexual normal de un sujeto producida en alguna de las fases que componen típicamente la actividad o la respuesta sexual humana y que genera malestar y fracaso en quienes la sufren. El modelo actualmente adoptado por la comunidad científica sobre la respuesta sexual humana consta de cuatro fases: deseo, excitación, orgasmo y resolución; y se considera que la persona ha de seguir necesariamente esta secuencia en cualquier tipo de actividad sexual que realice para poder alcanzar el orgasmo o el placer. Las distintas disfunciones sexuales existentes se clasifican de este modo en una u otra de estas cuatro fases y se consideran por ello trastornos propios de ellas.
El principal problema del deseo sexual es la pérdida o reducción importante de éste lo que técnicamente se denomina deseo sexual hipoactivo, definido por la ausencia o la deficiencia de fantasías sexuales y de interés por mantener relaciones sexuales de forma persistente o recurrente. Este trastorno del deseo sexual se presenta con mayor frecuencia en las mujeres que en los hombres.
En referencia a la fase de excitación, el trastorno de la excitación sexual en la mujer es definido como la incapacidad, persistente o recurrente, para obtener o mantener la respuesta de lubricación propia de la fase de excitación, hasta la terminación de la actividad sexual, provocando malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales en la mujer que lo sufre.
Con respecto al orgasmo, el trastorno orgásmico femenino suele definirse aludiendo al retraso o a la incapacidad para alcanzar el orgasmo, después de una fase de excitación sexual normal o adecuada.
Entre los trastornos sexuales relacionados con el dolor, el vaginismo es un trastorno específico de la mujer que consiste en la dificultad para lograr la penetración vaginal y en el dolor intenso que suele experimentar si ésta llega a producirse.
El ámbito de las disfunciones sexuales es uno de los más gratificantes en lo que a éxito terapéutico se refiere, con la amplitud de recursos y técnicas con las que actualmente se cuenta para abordarlas.