Las mujeres están discriminadas en el mundo laboral, eso es algo obvio. La tasa de ocupación de las mujeres es inferior a la de los hombres (52,6% frente al 41,7%); su nivel de desempleo es mayor (22,2% frente al 19,5%), y la precariedad laboral es también más elevada. En cuanto al empleo a tiempo parcial es mucho más elevado el número de mujeres que trabajan con una jornada más reducida y generalmente, también son ellas las que reducen jornada para la atención de los hijos.
Las mujeres ocupan además los peores empleos, tanto en términos salariales como de cualificación profesional y ganan de media un 23% menos que los hombres.
Estas diferencias no distinguen fronteras, sectores, edades ni cualificaciones. Es un hecho que laboralmente no existe igualdad. Numerosos países denominados “ricos” tienen una brecha salarial elevada, como Japón (25,7%), EE.UU. (18,9), el Reino Unido (17,1) o Alemania (15,7). Sigue leyendo