El otoño está llegando poco a poco pero con fuerza, haciendo honor a su naturaleza cambiante y decadente. Para esta semana se espera una ola de frío más propia del invierno que del otoño. Pero así es nuestro clima, extremo y devastador. Reconozco que no me gusta el otoño, me entristece, y más aún cuando pasan cosas feas, desagradables e inhumanas como las que estamos escuchando, viendo y, en definitiva, viviendo cada día. No hace falta que especifique, sólo con escuchar o ver las noticias es suficiente. Los ciudadanos de a pie sabemos de sobra que la vida es otra cosa.
La vida es: sentir, emocionarse, compartir, reír, ayudar, etcétera y, en definitiva, disfrutar de la sencillez de las cosas del día a día, por mucho que el panorama esté para llorar, pero ésta es otra cuestión de la que hoy no toca reflexionar. Con la llegada de cada otoño mi memoria siempre recuerda Sigue leyendo