Eli Yaakunah es el nombre que oculta a una escritora, que desea permanecer a la sombra de sus obras, desea dar prioridad a sus trabajos, que son como sus hijos, como ella misma asegura en distintas entrevistas.
Conocida por su libro “La mujer que desató el mayor escándalo sexual de todos los tiempos”, asegura que para disfrutarlo plenamente ella debe quedar en el anonimato.
La novela está publicada tanto en inglés como en español por Amazon.
La revista inglesa literaria: Kirkus, le concedió la distinción de mejor libro Indie del 2013, catalogándola entre los mejores libros independientes de ese mismo año. Otras revistas como “Self Publishing Magazine” y “El ballet de las palabras” también han tenido buenas críticas para la novela, que cuenta ya con una larga serie de reseñas en numerosos blogs.
Eli Yaakunah intenta crear obras de arte en las que forma y contenido se fundan de manera única y perfecta, para ello opta por utilizar una escritura sencilla y fácil de leer. La complejidad de su novela radica en la mezcla de muchos géneros distintos. Es un thriller con dosis de intriga, misterio, suspense, romance y erotismo. Hay elementos de ficción negra o policial. Y hay mucho amor, a todos los niveles. La propia autora habla de su novela como “ficción alquímica”, debido a esa mezcla de géneros.
En la novela es especialmente relevante el tema del amor como fuerza transformadora, pero también aparece el sexo explícito en un sinfín de descripciones sexuales que son una manera sutil para transmitir información sobre Ishtar, la protagonista, y los demás personajes. Podemos ver en esos guiños eróticos significados simbólicos, metafóricos o mitológicos. Apreciamos también el doble dualismo amor/sexo contra odio/violencia. El sexo presenta muchas caras, además se va transformando, va evolucionando junto con la protagonista:
“Ishtar Benten es una guerrera del amor”_ en palabras de la propia autora_ “Y este amor incluye también el sexo, que son formas de transformar la realidad misma”.
Su libro ha causado controversia por distintas causas. La que más llama la atención es la “censura” que padeció en pleno S.XXI, al elegir para la portada del mismo una obra de arte de la pintora rusa Karina Vagradova, pero los pezones desnudos la transformaban en “contenido para adultos” que Amazon no podía publicar en las búsquedas generales. Así que decidió cambiarla usando un detalle extraído de ese mismo cuadro en el que solo aparece una cara.
También sufrió rechazos más radicales por el contenido textual, que esta vez se negó a cambiar, ya que a algunas distribuidoras su novela les parecía muy explícita. Finalmente Smashwords aceptó su distribución.
Otro problema con el que se ha encontrado es la promoción, ya que no cuenta con el apoyo de una gran editorial.
Es muy posible que Eli Yaakunah sólo publique esta novela, aunque haya escrito otras que se atribuyen o se atribuirán a otros nombres. Eli Yaakunah debe identificarse con este libro, según la propia autora, para convertirlo en una obra de arte perfecta.
Una lectura muy recomendable en este mes en que acabamos de celebrar el Día Internacional del libro.