Convierte tu baño en ducha erótica

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“¡Cuánta espuma! El descenso por mi vientre fue toda una tortura para los dos. Medio encarada a ti podías verlo todo. Empezaste a desnudarte, por lo visto mi invitación había sido aceptada… Abriste la mampara y entraste. No me moví, quería darte tiempo para asimilarme toda. Entonces, te acercaste a mí y el agua empezó a acariciarnos a los dos”

Si hay un lugar en el que todos nos sentimos a gusto esa es la ducha, bajo un gran chorro de agua caliente, donde tu mente se despeja y tus músculos se relajan. Si además a esto le unimos una buena música de fondo, unas velas aromáticas y buena compañía, el coctel es fantástico.

Sólo necesitamos un poco más de tiempo para hacer de una ducha normal una ducha erótica en pareja, donde disfrutar de intensas sensaciones en la piel, la zona erógena más extensa de nuestro cuerpo.

Primer consejo: no hables. Como sentidos principales vamos a utilizar el tacto y la vista, concéntrate en ellos. Comienza rociando agua tibia por tu piel y la de tu pareja, cuello, hombros, pecho, espalda, vientre, piernas… Usa tus manos, no la esponja, recuerda que es una comunicación táctil. Mira a tu pareja a los ojos mientras enjabonas su cuerpo suavemente, observa sus gestos y su mirada, te dirá lo que más le excita. Tómalo con calma y disfruta de su cuerpo y del tuyo. Si te gusta un olor especial como la vainilla o la canela, usa un gel con este olor, todo suma. Si prefieres las velas aromáticas, te recomiendo White jasmine de Zara Home, aunque para gustos, colores.

Además de nuestras manos, el agua es un juguete sexual estupendo: podemos controlar el flujo, la presión, la temperatura… el agua ayuda a probar cosas nuevas, ya que nos relaja y nos permite tener el cuerpo resbaladizo con el jabón. La presión es muy erótica sobre los genitales, especialmente para las mujeres. Distintos tipos de chorros provocan presiones rítmicas que excitan muchísimo la zona genital. Además tenemos una gran variedad de juguetes sexuales relacionados con el agua.

La ducha es estupenda para la masturbación, iniciarse en el anal o los juguetes eróticos. Si combinas los tres puede ser increíble.

A partir de aquí, lo que queráis, aunque hay que tener en cuenta lo siguiente: la penetración en la ducha tiene dos problemas.

Uno: la ducha resbala, así que no es el mejor sitio para dejarte llevar por la pasión.

Y dos: la falta de lubricación. El agua va a diluir toda la secreción natural y los lubricantes de base agua se disuelven rápidamente , aunque puedes usar lubricante de base silicona. Por otro lado el jabón es algo agresivo para las mucosas, sobretodo la vagina. Así que mejor quédate en los previos bajo el agua y ya seguirás cuando salgáis fuera.

Marlene DieTrichMarlene DieChic

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