Con la irrupción en nuestras vidas del libro electrónico, muchos eran los que auguraban la muerte del libro tal y como lo conocíamos: con esas tapas, esas páginas con su peculiar olor a tinta, a nuevo (recién comprado) o a viejo (después de pasar por muchas manos o por mucho tiempo). Sin embargo, ante tan malas expectativas, ahí está, el e-book no ha sido capaz de enterrarlo.
Las estadísticas lo confirman: dos de cada tres personas siguen leyendo los libros en papel. Sigue leyendo