Cuando hablamos de erotismo en el arte, siempre pensamos en películas, libros o fotografía. Sin embargo, antes que ellas los dibujos subidos de tono fueron los precursores. El arte Shunga japonés o la pintura mogol del norte de la India, que suele utilizarse para ilustrar las ediciones del Kamasutra, fueron los primeros cómics eróticos que marcaron una época que llega hasta la actualidad y sirve de inspiración a los numerosos artistas que imprimen en sus obras el erotismo.
Dibujantes eróticos como Milo Manara, que plasmaba notablemente las caras de mujeres a punto de experimentar el éxtasis; la artista Gerda Wegener, que escandalizó a la sociedad de principios del siglo XX con ilustraciones eróticas de sexo entre mujeres; Alberto Vargas o el italiano Guido Crepax, son ejemplos de la notoriedad que supone la ilustración erótica. Sigue leyendo