El clima está cambiando, el Planeta también. En nuestras manos está frenar su deterioro y lo podemos hacer con gestos muy simples.
Hubo un tiempo en el que escalar el Everest era una aventura, una prueba de superación. Pero pronto se convirtió en un problema para el medioambiente al que se intentó buscar una solución. Los más de 700 montañeros y sherpas (guías) que cada temporada pasan casi dos meses en las laderas del Everest generan desperdicios. Esto creó un doble problema a las autoridades nepalíes: por un lado todo el asunto de la posible contaminación y, por otro, las cuestiones concernientes al riesgo sanitario que puede provocar la acumulación de restos fecales. Los montañeros cavan agujeros en la nieve para hacer sus necesidades, éstas llevan años acumulándose en las inmediaciones de los cuatro campamentos disponibles. En los campos base sí hay retretes, que una vez rellenados se trasladan para ser procesados adecuadamente. Sigue leyendo