Aún recuerdo con claridad, no hace muchos años, la visión de un Paseo Marítimo totalmente impracticable. Una gran cantidad de coches colapsando el tráfico, gente deambulando por todos lados, cansados, enfadados por las largas jornadas de espera. Algunos, muchos, se adueñaban de la fuente principal, como si de la Cibeles en tiempos de celebración del Real Madrid se tratara, los niños bañandose, los adultos lavabando su ropa, sus cachivaches, y ellos mismos. Basura y ruido, mucho ruido esos días en los cuáles los algecireños sabíamos que nuestro Paseo Marítimo estaba tomado literalmente por los magrebíes. En aquel entonces nos armábamos de paciencia, entre la comprensión y el fastidio.
Producto de esta situación nació “El primer plan” adoptado por protección civil en 1986, basado en la atención médica y humanitaria de las personas que esperaban para embarcar, adaptando a su vez otros puertos. Crearon explanadas de embarque y nuevos accesos, y aumentaron la capacidad de las navieras. Y en los últimos años han activado la llamada “intercambiabilidad”, lo que permite que el viajero embarque en el primer buque que salga independientemente de la naviera a la que le compró el billete. Algo que se ha vuelto imprescindible en días punta de la operación. Sigue leyendo