Sopa de cigalas proletarias o de galeras venidas a más
Porque la diferencia entre una cigala y una galera, amén del precio, la textura de la carne (a favor de la cigala) y el aroma a mar (a favor de la galera) es que la primera se viste de alta costura a diario y la segunda en los puestos del mercadillo; o sea un sutil concepto de lo proletario. Pero aun así, ante bichitos tan evanescentes como nuestras telúricas galeras uno no puede menos que inclinarse y ofrecer todos los respetos y la hipoteca a 30 años, por si cuela. Sigue leyendo