La joven artista nacida en Seattle (Washington), Aleah Chapin, reproduce cuerpos de mujeres que pasan de los 60, son retratos de musas a las que parece que ya nadie quiere mirar, pinturas realistas de mujeres desnudas.
A sus 28 años se ha pasado los dos últimos estudiando las arrugas, las manchas de la dermis, la piel flácida, los pliegues y, en definitiva, los cuerpos que se escapan de ciertos cánones para dar lugar a la belleza madura de lo femenino. Son cuerpos que se ven flexibles, descansados, esculpidos por el paso de los años. Sigue leyendo